jueves, 23 de diciembre de 2021

Lo paranoico y lo esquizo (Notas preliminares) (I)

 

Por Rodrigo Gómez M.

El paranoico es un demiurgo. El esquizofrénico es un “democlasta”.

El paranoico “construye un pueblo” (en el sentido original de lo demiúrgico, el cual está compuesto de  δῆμος (dêmos, pueblo) y -ουργός (ourgós, trabajador, que a su vez proviene de ἔργον (érgon: trabajo)). El esquizofrénico lo destruye (en el sentido del neologismo compuesto de “démos” (δῆμος) y “kláo” (κλάω): "romper". Recordemos que una palabra relacionada etimológicamente que es “iconoclasta”, tiene en español como segunda acepción según la RAE: 2. adj. Que niega y rechaza la autoridad de maestros, normas y modelos).

Al obliterar la autoridad paterna, el esquizo deshace a la tribu originaria, rompe el tabú inherente – ad-herente – de la colectividad.

El paranoico, en cambio, restituye al Padre en el Orden del Mundo. Animiza los fenómenos con la escritura paterna, con el designio que puede destinar los acontecimientos de la Realidad.

No existe lo social sin esta escritura prescriptiva, sin este modelizado actancial de fondo que determina la direccionalidad de las fuerzas sociales.

Lo social se constituye por medio de una actividad demiúrgica. La actividad demiúrgica puede interpretarse como la creación del guión del mundo.

Toda sociedad está constituida por paranoicos que resguardan el espíritu de la letra paterna.

Dos formulaciones opuestas son posibles: 

La formulación paranoica simplificada (1): 


Y la formulación de la experiencia esquizo (2):

 

(Continuará...)

Notas:

(1) La formulación paranoica puede transcribirse como: A la muerte del Padre Original, los padres proliferan (todos devienen padres). Cualquiera porta la amenaza paterna.

(2) La formulación esquizo será: A la muerte del Padre Originario, nadie es padre.

miércoles, 16 de junio de 2021

Cerveza sobre Tristram Shandy (Por Rodrigo Gómez M.)

 

Cerveza sobre Tristram Shandy...

 Rodrigo Gómez M.

Actualmente la vida es cerveza sobre Tristram Shandy.

Demasiado lerda para el Humor que enseña,

demasiado holgazana para mirar hacia atrás.

No tiene ni atrás ni adelante.

Es la Estupidez conectada a su espejismo

circulante, contaminante,

suicida por descuido...

ciego de vanidad,

de descollar cortando los cuellos de los otros.

De programar la insignificancia de un hoy

inútil, invisible...

...innecesario.

Nada cambia en este continuo tráfico.

Cambiar requiere ver en contra de la marea sobrepoblada,

arriesgar por algo que no sea medible,

cuando menos que no sea pagable.

Cambiar requiere mirar sin anteojos de pantallas

de intermitencia clausurada.

De destello sustituto.

Actualmente la vida es cerveza sin Tristram Shandy.

Un desierto sobrepoblado

de ovejas eléctricas...

martes, 13 de abril de 2021

Las dos manos del Kronos capitalista o cómo funciona el “sistema”.

 Por Rodrigo Gómez M.

(Saturno devorando a su hijo (1819-1823) por Francisco de Goya. Saturno en la mitología romana ha sido identificado con Kronos)

 

El tándem de las manipulaciones capitalistas.

Doblémosle la “mano invisible” a Adam Smith y démosle a ésta su verdadero significado.

(Recordemos que la “mano invisible” del mercado es la expresión que utilizó este filósofo moral y economista para representar un hipotético principio intrínseco de autorregulación del mercado, que lo llevaría supuestamente a satisfacer el interés de la sociedad).

En primer lugar aclaremos que existen dos manos que funcionan coordinadas como partes que son de un mismo cuerpo (que es el sistema capitalista).

Junto a la verdadera mano del mercado económico –cuya finalidad, lejos de la justicia redistributiva, explicamos más abajo - está la mano invisible del “padre institucional”.

La mano invisible del padre institucional es el cúmulo de prohibiciones y violencias, ya sea potenciales funcionando indirecta y sutilmente, o explícitas, en acto, ejercidas por el complejo institucional que coexiste con la “mano invisible” del mercado económico.

La mano institucional logra su invisibilidad gracias al mecanismo anticipatorio de “vigilar y castigar”.

La mano del mercado económico no busca la justicia social o redistributiva, sino preservar, por sobre todas las cosas, la existencia del valor de cambio y de su espacio de sustentación (el mercado).

Trabajando juntas estas son las dos manos del capitalismo.

Una “golpea al hijo”, lo rige y dirige, la otra controla los demás intercambios sociales más allá de la familia, a través de su sistema de intercambios de oferta y demanda.

La mano invisible del padre institucional abusa de nosotros con la doble violencia en la que consiste la educación pública de una sociedad capitalista y, a algunos nos convierte en presos políticos por nuestra postura política de  rechazo (que a veces puede ser etiquetada como una especie de  “rebeldía adolescente”), a través de la psiquiatría que es el mecanismo coercitivo utilizado cuando la educación no funciona.

El adoctrinamiento corresponde, desde la infancia, a la familia y la educación pública.

En las instalaciones de la educación pública se ejercen sobre nosotros – no por accidente o casualidad – dos tipos de violencias.

Una es la violencia paterno-institucional de la imposición doctrinal-normativa.

La otra violencia es la violencia pulsional residual de los hijos reprimidos desde la familia, que terminan ejerciéndola entre sí por desplazamiento (formas de acoso escolar que hoy en día llaman bullying). Tales hijos son reunidos en estas “granjas educativas” para dirigirlos represiva y colectivamente hacia las empresas laborales (“matadero” por alienación subjetiva sistemática).

Kronos o el lado simbólico.

Una vez bosquejados brevemente los mecanismos fundamentales del funcionamiento de estas dos manos, vamos a ver a qué nos referimos con Kronos.

En primer lugar, conviene aclarar que etimológica y míticamente en un primer momento (el de la Teogonía) este Kronos (Κρόνος) no tuvo  que ver con el sentido del tiempo (χρόνος) en la Antigua Grecia.

Kronos fue un titán, y los titanes fueron las primeras divinidades de la Antigua Grecia, descendientes de Urano (Οὐρανός, o Ouranos,  “Cielo”) y Gea o Gaia (Γῆ / “tierra”), por lo tanto, eran los padres de Kronos.

(En la Teogonía de Hesíodo, ὁ Οὐρανός es una divinidad engendrada por Gea, que lo alumbra “con sus mismas proporciones” (ἐγείνατο ἶσον ἑωυτῇ), con la que luego se casará. O sea, entre otros sentidos que surgen de aquí, es el Cielo como un espejo de la tierra).

Resumiendo bastante la narrativa mítica, que pueden encontrar fácilmente divulgada a partir de los textos griegos, podemos decir que Urano no dejaba ver la luz a sus hijos, reteniéndolos en el seno de su madre.

Kronos, durante la “escena primaria” de sus padres, un encuentro-emboscada preparado entre Gea y Kronos, castra y “derroca” simbólicamente a su padre.

Se podría decir quizás que es el primer héroe filial de la antigüedad griega. Pero como sabemos por la historia del mundo, hay rebeldes o revolucionarios que terminan convirtiéndose en su opuesto, y así pasó con Kronos que terminó devorando a sus propios hijos por desconfianza de llegar a ser derrocado por alguno de ellos.

En resumen, el “viejo orden del cielo” (poder teológico) fue sucedido por este otro viejo orden terrestre,  manifestado por el capitalismo y su formas seculares de poder. 

Éste relato mitológico puede ser estructurado e interpretado como el viejo antagonismo o lucha entre padre e hijo, del cual la dialéctica hegeliana amo-esclavo sería una de sus distintas versiones.